bestiario.
Del lat. bestiarius.
1. m. En la literatura medieval, colección de relatos, descripciones e imágenes de animales reales o fantásticos.
2. m. En los circos romanos, hombre que luchaba con las fieras.
Etimología 1
-ario | |
Pronunciación (AFI): | [ˈa.ɾjo] |
Del latín -ārius, sufijo que se usaba para formar sustantivos que indican agente a partir de otro sustantivo o adjetivos de sustantivos y de numerales, como de legiō a legiōnārius ("legionario") y ordō ("fila") a ordinārius ("ordinario").
Sufijo[editar]
- 1
- Indica «lo relacionado con» la base a la cual se adjunta: agrario → lo relacionado con el agro.
- 2
- Indica a la persona que realiza la actividad relacionada con el sustantivo: bibliotecario → quien trabaja en una biblioteca
Un bestiario o bestiario medieval, palabra que proviene del Latín bestiarum,1 es un compendio de bestias. Se hicieron muy populares durante la Edad Media en forma de volúmenes ilustrados que describían animales, plantas o motivos orgánicos de la naturaleza. La historia natural y la ilustración de cada una de estas bestias se solía acompañar con una lección moral, reflejando la creencia de que el mundo era literalmente la creación de Dios, y que por tanto cada ser vivo tenía su función en él. Por ejemplo, el pelícano, del que se creía que se abría su propio pecho para dar vida a sus polluelos con su propia sangre, era, a través de su sacrificio, una viva representación de Jesucristo. El bestiario, por tanto, es también una referencia al lenguaje simbólico de los animales en la literatura y el arte cristianos de occidente.
Dentro de los bestiarios encontramos bestiarios reales de signo positivo, como las aves (palomas, cigüeñas, águilas) y leones, bestiarios de signo negativo como serpientes, monos, liebres, cerdos, cabras, etc y bestiarios fantásticos, dragones, arpías, sirenas, basiliscos, centauros, sátiros, etc.
Historia[editar]
Los bestiarios fueron especialmente populares en Inglaterra y Francia cerca del siglo XII, pero su origen se remonta tiempo atrás.
La primera obra considerada como bestiario es el Physiologus. Se trata de un antiguo volumen griego, de autor anónimo y fecha incierta, que se presume fue escrito entre los siglos II y IV. El Physiologus resumía conocimiento y sabiduría antiguos sobre animales en las obras de autores clásicos como la Historia de los animales, de Aristóteles de Estagira, así como las historias de Heródoto, la Historia Natural de Plinio el Viejo, obras Cayo Julio Solino, Claudio Eliano, y de otros naturalistas menos conocidos.
Tras el Physiologus, San Isidoro de Sevilla (libro XII de las Etimologías) y San Ambrosio expandieron el mensaje religioso con referencias a pasajes de la Biblia y la Septuaginta. Ellos y otros autores expandieron o modificaron libremente modelos preexistentes, refinando de forma constante el contenido moral, sin interés o acceso a más detalles respecto al contenido en hechos. Sin embargo, los coloristas relatos sobre estas bestias fueron ampliamente leídos, y en general tomados como ciertos. Algunas observaciones encontradas en los bestiarios de la época, como la migración animal (principalmente en los pájaros), fueron descartados por los filósofos naturales de épocas posteriores, solo para ser redescubiertas por la ciencia moderna.
El bestiario medieval más famoso es el Bestiario de Aberdeen. Hay muchos más, y hoy en día sobreviven más de cien manuscritos. Uno de ellos fue compuesto por el artista italiano Leonardo da Vinci.
El único bestiario escrito en castellano conservado data de 1570 y se titula Bestiario de Juan de Austria escrito por Martín Villaverde y su original se encuentra en Monasterio de Santa María de La Vid (Burgos).
En tiempos más modernos, artistas como Henri de Toulouse-Lautrec y Saul Steinberg han producido sus propios bestiarios.
Bestiario mitológico[editar]
Un bestiario mitológico es una recopilación de animales y criaturas mitológicas monstruosas, quiméricos e irreales, creados por la insaciable curiosidad del hombre sintiendo fascinación, respeto o temor por todas las criaturas que, junto a él, poblaban la Tierra. Los científicos y naturalistas, los exploradores y aventureros de la época, tomaban nota de sus descubrimientos conformando una obra, mitad prohibida y mitad venerada, que solo era consultada por los sabios que intentaban descubrir los nuevos monstruos que aún habitaban el mundo.
Un gran número de criaturas legendarias fueron imaginadas por vez primera en los valles mesopotámicos entre los ríos Tigris y Éufrates. Luego, desde aquellas culturas, con frecuencia se difundieron en oriente y occidente. Es el caso del Ave Fénix, por ejemplo, o la serpiente de varias cabezas que puede identificarse en la iconografía de diferentes civilizaciones. Algunas bestias mitológicas se caracterizan por reunir atributos animales y humanos, otras, quizá incluso más "monstruosas" reúnen simbólicamente la combinación de dos especies animales.
Baphomet, Bafomet, Baphometo o Bafometo es una deidad, representada por una imagen antropomórfica de un macho cabrío, que contiene dentro de sí elementos heterodoxos asociados al cristianismo de la época medieval
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