El dragón (del latín draco, y este del griego drákon, ‘serpiente’) es un ser mitológico que aparece de diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.
Hay dos tradiciones principales sobre dragones: los dragones europeos, derivados de las tradiciones populares europeas y de la mitología de Grecia y Oriente Próximo, y los dragones orientales, de origen chino, pero conocidos también en Japón, Corea y otros países asiáticos. Las dos tradiciones surgieron probablemente de forma independiente, pero en su desarrollo se han influido mutuamente.
La palabra aparece también en la tradición cristiana: el Apocalipsis se refiere a Satanás como el gran dragón, la serpiente antigua.
También es posible que la deidad mesoamericana "Quetzalcóatl" (serpiente emplumada) haga referencia a un dragón de "tipo oriental", según se aprecia en representaciones suyas en códices, pirámides y esculturas
Dragones en la mitología griega
Dragón de la Cólquida
Jasón siendo regurgitado por el Dragón de la Cólquida.
El Dragón de la Cólquida era el guardián del Vellocino de oro. Tenía un larguísimo cuello e incontables anillos como una serpiente, y silbaba horriblemente a tal punto que lo escuchaban a la distancia. Se decía que nunca dormía, y a él se enfrentaron Jasón y Medea. Ésta, usando sus hechizos y pócimas rociadas con una rama de enebro, logró hipnotizarlo y hacerlo dormir. Según otras versiones, Jasón mató al dragón. Existe también una variación de la historia, solamente conservada en el dibujo de un florero antiguo, en la que el dragón engulló a Jasón y luego lo regurgitó.
Ladón
Ladón es descrito como un dragón de cien cabezas que custodiaba el Jardín de las Hespérides, el cual fue asesinado, según algunas versiones, por Atlas y según otras, Heracles. Cuando fue destripado, su sangre cayó al suelo del Jardín y de cada gota creció un árbol drago.
Su genealogía es dudosa: para algunos era hijo de Forcis y Ceto; para otros era hijo de Tifón y Equidna. Fue enviado por Hera para proteger las manzanas de oro del jardín de las Hespérides como obstáculo para Heracles, que tenía como uno de sus trabajos robarlas. Para agradecer su servicio, Hera subió sus restos al cielo, formando la constelación del Dragón (Draco).
Según Apolonio de Rodas, los Argonautas llegaron al Jardín un día después de que Heracles hubiera destrozado al dragón, mientras las ninfas Hespérides lloraban su muerte. Su cadáver estaba echado contra el tronco de un manzano y sólo su cola se movía aún. Había muerto por las flechas untadas en el veneno de la Hidra de Lerna, por el cual las moscas se secaban sobre sus pútridas heridas.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Dragones_en_la_mitolog%C3%ADa_griega
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